sábado, 1 de marzo de 2008

El Rollo Velado

¿Fue de mañana, de tarde o de noche? ¿Batían sus alas las chicharras en el plátano de enfrente? ¿Ya los gorriones se habían puesto sus suéteres?...
¿Sucedió anteayer o hace muchos años?. ¿Por qué debo adornar falsamente esta historia para ustedes?.
Pudo haber sucedido en un "día" fuera de la tierra, sin luces ni sombras, frío o calor.


Quizás no existieron chicharras ni plátanos, ni gorriones ni suéteres... ni batir de alas de quitina o canutos de plumas.
Es probable que ustedes prefieran un robusto ombú de monstruosas raíces, un cielo nublado y una paloma buchona que mira de reojo.
O un nervioso tilo trepado por un monotemático cordón de hormigas invasora común (lridomyrmex humilis) en una tarde celeste.
No voy a limitar su imaginación ni a poner en aprietos innecesarios a la propia...porque nada de eso tiene verdadera importancia en esta historia... no mas de las que ustedes le puedan dar.
Debo presentar a mi "protagonista" -es decir, el primero que agoniza- aunque decreto que esto es un error!, el co-protagonista es el que sin duda sufre en este caso un explosivo desenlace.
Para eso falta, me estoy adelantando antes de haber empezado.
Es necesario un nombre... o dos al menos. Ayúdenme!, piensen!... no se las voy a hacer fácil.
X y Z suenan muy matemáticos, convertirían la narración en una ecuación impersonal y Fulano y Mengano son moneda corriente y sin valor.
Si usted tiene pretensiones artísticas está invitado a participar de esta propuesta abierta de ser protagonista, para eso debe completar su nombre a continuación ------------------.
En caso de ser seleccionado será comunicado a la brevedad y su nombre propio bautizará a mi personaje.
Pero olvidaba que usted no existe ahora y en caso de que exista después -en el presente en que está leyendo-, estará maldiciendo mi propio presente -este en el que escribo- deseando descongestionar el embotellamiento de palabras que van por el carril de tránsito pesado...que tienen delante un inamovible camión de 22 toneladas -puede transportar ganado hacia un matadero si usted conviene-.
¿Aún no se le ha ocurrido nada?... ¿Pensó en su vecino o en el verdulero de la esquina? ¿Qué olvidó como se llaman?.
¿Qué le parece "Cacho"?... suena familiar y cualquiera puede serlo o no. Bien puede ser un apodo de "Oscar"; pero digamos que en este caso solo es "Cacho" a secas.
Un Cacho que se llamó Rodrigo o Fernando pero que siempre quiso ser un Cacho hasta que felizmente se transformó en uno.
Cacho era joven ¿aún lo es?. No importa. Solo deben pensar en un joven promediando sus veinte como rasgo distintivo de una banana de cáscara verde, que aún no ha llegado a transformarse en el buñuelo de su oficio.
No pueden culparme!, les he dado a elegir... pero no puedo conferirles esa responsabilidad en cuanto al empleo de nuestro Cacho.
No daría lo mismo que fuera zapatero, mecánico, empleado municipal o visitador médico.
Cacho era gendarme y estaba cursando sus estudios en el liceo, en el instituto, en el regimiento o en la academia; en definitiva, en el lugar que fuera y que desconozco, que ocupa a la fuerza de gendarmería...

(Fragmento)

Si querés conseguir el libro completo mandá un mail a: cheeba79@gmail.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Y usté dice...¿cómo es que dice?...bueno, diga nomás lo que usté quiera decir!