sábado, 1 de marzo de 2008

El Otro Lado

Quiroga me reprendería, estoy escribiendo bajo el imperio de la febril emoción que no puede esperar.

Una mano temblorosa con restos de sangre bajo sus uñas rinde tributo a su víctima, aquella que no desea olvidar mañana al despertar.
Decenas de veces había sido afectado testigo de borboteantes yugulares que alcanzaban los cien grados centígrados.


El punto máximo en que rompe el hervor y agitadas burbujas dentro de la olla se transforman en lo que alguna vez fueron, agua calma.
Gritos de dolor rebalsan del filo de una invencible cuchilla y se metamorfosean en el producto final que oscila en la altura, bajo tubos fluorescentes y blancos delantales salpicados de vida seca.
Carnicerías y granjas, pescaderías y vecinas -la mía o la suya- abren sus monederos y señalan con el dedo a lo que pende del gancho, a la vez que apartan la vista de los asquerosos delantales y ponen en funcionamiento las válvulas de sus narices criminales que no deben traicionarlas inspirando más veces de las recomendables.
Extraen el importe aproximado de lo que están dispuestas a pagar por lo visiblemente tolerable, por una imagen que siempre fue la misma, por un proceso previo en el que prefieren no pensar, por lo socialmente aceptable... lo más natural -artificial- y menos salvaje... por una afilada cuchilla invisible.
No las culpo! Usted y yo somos como ella... aunque hace unas pocas horas sentí que tal vez haya pasado irreversiblemente al otro lado, el sector reservado a los que empuñan y apuntan y afilan y cortan.
Antonio Orlandi fue alguna vez propietario de una armería y cuchillería ubicada en la calle Leandro N. Alem... eso es lo que pude ver en la pequeña caja que contenía cien balines microcalibrados, calibre 4 1/2; que acababa de abrir y que mi abuelo -al igual que el rifle en cuestión- mantuvo fuera de mi alerta búsqueda durante años.
TRAC! la repentina fuerza del aire descomprimido fue a dar directamente al pecho de uno de los tres... fue a dar en su pecho hasta estallarlo...

(Fragmento)

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Y usté dice...¿cómo es que dice?...bueno, diga nomás lo que usté quiera decir!