Autobiografia Paródica de un Artista Independiente

Sebastián Pablo Lastra

... ¿o quién carajo es este personaje?

Aunque pocos pueden asegurarlo con certeza, la historia cuenta que nació un sábado 3 de noviembre de 1979 a las 5 en punto de la madrugada (horario que lo destinaría como noctámbulo y quiebrasueños). Algunas malas lenguas dicen que aprendió a decir “teta” antes que “mamá y papá”. Otros aseguran haberlo visto bajar de una estrella ya extinta que lo dejo de onda y sin pagar boleto en las puertas del sexo de su madre y que al momento lloró un hambre ensangrentado.

Fue en el barrio de San Fernando, capital nacional de la naranja amarga que no sirve más que para patearla y hacerla rodar por una cuneta; sí, fue allí, cerca, a muy pocas cuadras de los cabarets, tugurios y piribundines sobre los que te contaba fanáticamente Roberto Arlt y en los que muy probablemente hayan debutado tu viejo o tu abuelo.

En 1984 emigra con su familia a ab(usa) y pasa allí buena parte de su infancia entre constantes mudanzas por Nueva York y barrios de Nueva Inglaterra (escenarios naturales de la mayoría de las películas de Hitchcock) entre distintos kindergarden y aterrorizantes halloweens fue testigo de la pobreza, la discriminación, la droga, la locura, las persecuciones de inmigraciones, el trabajo inhumano, el frío extremo, la soledad y el llanto del que no puede comprender ese otro idioma y ese otro mundo, tan distante y tan distinto. Todos estos hechos lo marcaron a lo largo de su vida y lo persiguieron en sueños y alucinaciones recurrentes.

Paradójicamente, regresó a Argentina cuando había empezado a olvidar su idioma natal.
Ya en la escuela primaria, las maestras de grado se preocupaban por su abstracción, su apartamiento del resto y sus sentidos flotando por las nubes, entonces recomendaron asistentes sociales y psicólogos. La primera y única vez en su vida que fue a un psicólogo creyó que lo mandaban allí porque estaba loco, entonces, decidió actuar como un loco y reír como un loco sin razón, ante el rostro estupefacto de aquella joven e inexperta psicóloga.
Durante los años siguientes se destacó en el taller de gastronomía, en las composiciones narrativas al estilo “Un día de campo”, en la ampliación de su colección de insectos, en ser elegido como abanderado y escolta repetidas veces y en descubrir la masturbación-almohada a muy temprana edad: toda imagen era digna para este fin, incluso personajes femeninos de dibujos animados, las muñecas de su hermana y vedettes de las que hoy no quedan ni restos ni rastros. Tal vez por eso fue el héroe del barrio cuando consiguió que le vendieran una revista pornográfica, aunque otras voces gritan, que en realidad, la robó a un quiosquero distraído.

1994 fue un año de cambios drásticos: Repite segundo año por una materia y decide mandar toda su educación a la mierda, embroncado al creer que se trató de una vendetta sistemática en su contra, directivos y profesores complotados para eliminar de su institución privada al bicho raro rebelde hijo del rigor de pelo largo y remeras de rock que era. Se suicida Kurt Cobain cuando Sebastián aprendía a tararear “About a Girl”. Entra por primera vez a una comisaría y las madres de sus amigos ya no los dejan juntarse con él. Empieza a trabajar como cadete mensajero en Capital Federal y esto lo despabila bastante. Pocos días a la semana, buena plata, andar por las calles, fumar, ver hermosas mujeres, amigarse con porteros, caer bien a secretarias con minifaldas y deshacerse de los sobres que quedaban demasiado lejos. Ahorra para la moto que nunca tuvo y en cambio se compra una guitarra decidido a la vida del rock and roll. Tras un año de profesor particular sólo puede tocar perfectamente el feliz cumpleaños, arrorró, sobre el puente de Aviñon o algún vals . Se muda a El Talar, barrio que no conocía ni de nombre y por donde nunca había pasado. Su madre es docente y no tolera que su hijo renuncie a la educación. Lo inscribe en un colegio estatal en Tigre y allí conoce a muchos de los amigos que mantiene hoy. Le da gusto que todos sean igual o más perdedores y marginados que él. Se emborracha con una latita de Quilmes en una de sus primeras rateadas y en los años subsiguientes ingiere miles de litros de la misma bebida. Estalla el boom de los motoqueros y luego de seis años pierde su fácil empleo de mensajero. Se convence tristemente que no tiene oído para la música y se transforma en manager y promotor de muchas bandas punk de la secundaria.

Durante 1999 mantiene sus únicos trabajos formales y en blanco. Su madre lo lleva de la oreja a una agencia de empleo temporario e ingresa en una fábrica de chocolates, doce horas al día por una miseria de sueldo. Conoce más seres marginales y entra constantemente en villas aledañas a comprar marihuana. A los 3 meses siente el hermoso gusto de la renuncia. Disfruta de su dinero ahorrado y espera todas las noches, a las cinco de la mañana, para ver la serie original de “La Dimensión Desconocida”. El dinero se acaba y consigue trabajo de repositor en un supermercado. Renuncia en nochebuena y le promete a la estrella plateada de la cima del árbol no volver a dejarse explotar, cosa que hasta el día de hoy, quizá, haya mantenido.
Lo invade la culpa de estar malgastando su tiempo y su vida y ahora su madre le compra una “guía de carreras cortas”. Hoteleria y turismo. Chef. Cine y Televisión. Se debate entre una y otra y otra carrera que empezaban a estar de moda.

En el 2000 empieza a estudiar cine y televisión en el Centro de Investigación Cinematográfica. Se fanatiza con los cortometrajes. Se avergüenza ante la pulcritud y el lujo de esa casona millonaria que funcionaba como institución. Odia a casi todos sus compañeros, niños aburridos y adinerados. Consigue una camarita y empieza a hacer cosas por su cuenta. Videominutos. Cortitos con amigos. Viaja de una punta a otra del gran Buenos Aires si alguien podía facilitarle horas de edición. Viaja también por el norte y sur del país haciendo documentales y algunos institucionales, por ejemplo, para hosterías. Se contacta con canales de televisión zonales e intenta sin éxito, muchas veces, llevar adelante programas piloto que sean aceptados, para esto, vende publicidad a casas de alimentos para mascotas, ferreterías, maxikioscos, etc mientras odia estar rebajándose al límite de lo bizarro y tiempo después odia también a la televisión toda.

Para fines de 2002 obtiene su título de realizador integral y procura insertarse en el ambiente cinematográfico mainstream. Le ofrecen trabajos de meritorio (mingitorio) y desiste de ellos al poco tiempo. Adopta el lema: “mejor cabeza de ratón que cola de león”. Se inspira en máximas de Raúl Perrone, Luis Buñuel e Ingmar Bergman (y tras haber visto miles de películas) decide rodar la suya y escribe un guión de 70 páginas en diez días. Imprime varias copias y sale por el barrio a buscar protagonistas-gente común que no eran actores. Corren los días de fines de 2003 y todo el barrio de El Talar se moviliza por esta causa (un barrio gringo pero en pobre, repleto de macarras descalzos que fuman maría) según la opinión de su amigo español escritor gay. “Lejos del Sol” termina de rodarse en 9 días y hasta el día de hoy no se ha estrenado y nadie asegura haberla visto. La vida lo arrastra en círculos y regresa al barrio de su infancia, esta vez a la casa que perteneció a sus abuelos maternos.
En 2006 se asocia con dos amigos y forman Katana Producciones Audiovisuales. La municipalidad local les otorga un subsidio para comprar equipos y pagan por ellos trabajando gratis como proveedores de la municipalidad, filmando discursos políticos.

Realiza también videoclips para bandas, entre ellas Eterna Inocencia, Sin Ley, Nerd Kids, Los 22 Bañeros y Nausea Fónica de Brasil..

A principios de 2008 crea Antena Clips, destinada a este tipo de realizaciones.
Si hay algo de dinero jamás se niega a filmar cumpleaños de quince, entregas de diplomas de jardín de infantes, presentaciones o cualquier otro evento social. Su madre y su novia le recriminan tener un titulo durmiendo en el placard, seguir trabajando gratis o por chaucha y palito y dormir hasta tan tarde.


Durante algunos años presenta sus cuentos en concursos y certámenes literarios y obtiene premios y menciones por algunos de ellos. También envía por correo electrónico poemas y relatos a sus contactos y muchos de ellos aseguran gustarles.
No deja de escribir y la cantidad de páginas crece. Su hermana y algunos amigos le dicen que puede armarse un librito, aunque sea con fotocopias. Sebastián se repite que para ser un escritor sólo hace falta creer que se es un escritor, o como dijo Kerouac dedicarse a escribir con la misma energía de un adicto a las anfetas.
A fines de 2007 se presenta en la sexta Feria del Libro Independiente y Alternativa y conoce a Pablo Strucchi de la editorial )el asunto( y más tarde a Guillermo de Pósfay y Diego Arbit y tantos otros escritores independientes que gestionan, distribuyen y venden sus propias obras.
Sebastián se inspira en ellos y se convence de que puede hacer lo mismo. A principios de 2008 selecciona material y publica “Indeleble”, un libro dispar cargado de cuentos cortos de ficción y extensas anécdotas de viaje. Decide mantener el mismo título (Indeleble) pensado para una novela de amor trunca, empezada y reempezada varias veces y que jamás superó las 15 páginas word.

Realiza también los videos de la séptima y octava Feria del Libro Independiente y colabora con el staff de Poesía Urbana.

Recientemente terminó de escribir “Féretro para dos”, una novela de pronta publicación, mientras continua intentando hacer aquello que ama, a como de lugar...

¿Le parece que puede postular todo esto como currículum para conseguirse un trabajo formal?

31 de agosto de 2008